Champiñones asados con papas y ejotes

Rinde 5-6 porciones

INGREDIENTES

  • 10-12 champiñones, cepillados
  • 10 papas chiquitas
  • 1 cebolla chica
  • 250 g (½ lb) ejotes
  • 1-2 cdas aceite de oliva
  • Sal
  • 2 cdas tomillo fresco, picadito

Video de la receta

ELABORACIÓN

  1. Precalienta el horno a 200℃ (400℉)
  2. Corta los extremos de los ejotes y colócalos en una olla para cocer al vapor. Cocínalos al vapor solo durante 2-3 minutos , no más. Enjuágalos con agua bien fria y déjalos escurrir en un colador.
  3. Lava las papas y colócalas en una olla para cocer al vapor. Cocínalas hasta que se suavicen, pero se sientan todavía ligeramente crudas al pincharlas con un cuchillo. Hazlas a un lado y déjalas enfriar. Cuando estén suficientemente frias para poderlas manejar, córtalas a la mitad y recúbrelas con aceite de oliva.
  4. Forra una charola para hornear con papel pergamino y hazla a un lado.
  5. Corta la punta de los tallos de los champiñones y córtalos a la mitad. Corta la cebolla en gajos pequeños y ponla junto con los champiñones.
  6. Vierte el aceite de oliva sobre los vegetales y espolvoréalos con sal y con 1 cda del tomillo picado.
  7. Distribuye los vegetales en una sola capa, a lo largo de toda la charola y hornea durante aprox 30 minutos, o hasta que los vegetales comiencen a dorarse de las orillas.
  8. Retira la charola del horno y agrega las papas, teniendo cuidado de que todos los vegetales queden distribuidos en una sola capa a lo largo de toda la charola.
  9. Continúa horneando durante 7-8 minutos.
  10. Retira la charola del horno y agrega los ejotes y el resto del tomillo picado. Continúa horneando durante 7-8 minutos más.
  11. Retira la charola del horno y transfiere los vegetales a un platón para servir.

¿Cuáles son los beneficios de este plato?

La buena salud intestinal se beneficia, entre otras cosas, tanto de PRObióticos como de PREbióticos.

Los PREbióticos son un tipo de fibra que está presente en muchos de los alimentos que consumimos. A pesar de que nosotros no podemos digerirla, nuestras bacterias intestinales ¡sí pueden!

Los prebióticos favorecen el crecimiento y desarrollo de nuestras bacterias, beneficiando así no solo la salud gastrointestinal, sino también la salud de nuestros huesos, la función cerebral y condiciones como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Algunos de los alimentos prebióticos más comunes incluyen: raíz de orozuz, tupinambo (o alcachofa de Jerusalén), ajo, poro, cebolla y champiñones.

Los champiñones contienen diferentes tipos de fibra como: quitina, hemicelulosa, α- y β-glucanos, galactanos y xilanos.

Los ejotes (judías verdes, porotos, habichuelas, vainitas) no son solo crujientitos, bajos en calorías y ricos en nutrientes como las vitaminas C y K, folato y minerales como el silicio, son también un elemento esencial que no debe faltar en ninguna mesa.

Junto con la clorofila, los ejotes contienen otros fitonutrientes con poderes antioxidantes y antiinflamatorios.

Legítimamente, los ejotes pertenecen al grupo de los frijoles y leguminosas y, como tales, son ricos en fibra que ayuda a que tu aparato digestivo se mantenga en óptimas condiciones; su alto contenido en silicio los convierte en el aliado perfecto si es que quieres que tus huesos, piel y pelo se mantengan jóvenes y saludables.

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