Pudín de chia con pérsimo y arilos de granada antiestreñimiento

Rinde 1 porción

INGREDIENTeS

  • 2 cdas semilla de chia 
  • 1 taza (240 ml) leche coco o la alternativa de tu preferencia (almendra, avena, etc)
  • Puré de 1 pérsimo (caqui) Hachiya, maduro*
  • Arilos de 1 granada mediana 
  • 1 pizca de canela molida 
  • 1 pizca de sal

*Asegúrate de que el pérsimo esté bien maduro, de otro modo no podrás hacerlo puré y además sabrá amargo. Puedes también usar pérsimo Fuyu, pero esta variedad, aunque también es dulce y muuuy rica, tiene una consistencia más dura. Si esta es la variedad que encuentras, pélalo y córtalo en trocitos pequeñitos como del tamaño de los arilos de granada.

Video de la receta

ELABORACIÓN

  1. Coloca las semillas de chia en un tazón chico, agrega la leche de coco y remoja durante al menos 30 minutos o hasta toda la noche. 
  2. Agrega la pizca de canela y de sal, y ⅔ de los arilos de granada. Mezcla hasta incorporar todo perfectamente.
  3. Transfiere la mezcla a un vaso mediano y cubre la superficie con el puré de pérsimo.
  4. Decora con los arilos de ganada restantes.
  5. ¡Devóralo ya!

¿Cuáles son los beneficios de este plato?

Lo confieso abiertamente, soy adicta tanto al pérsimo como a la granada, así que ¡prepárate para ver muuuchas recetas que incluyen a ambos!

Me temo lo mismo te pasará a tí, después de probar este maravilloso pudín de chia – cargadísimo de fibra soluble (esa que previene y alivia el estreñimiento), compuestos antiinflamatorios y otros fitonutientes tanto de la granada como del pérsimo.

Comencemos por la granada…

Las semillas de granada presentes dentro de esos guapísimos arilos de color rojo, contienen impresionantes concentraciones de compuestos antioxidantes (sí, esos que protegen nuestras células del daño ocasionado por radicales libres, y que nos ayudan a disminuir la inflamación generalizada que la gran mayoría de nosotros padecemos).

Interesantemente, hay estudios recientes que muestran que los polifenoles (el nombre elegante de los algunos antioxidantes) presentes en el jugo de granada, son capaces de reducir la inflamación de los intestinos y mejorar la digestion.

Por si fuera poco, cuando comemos granadas, algunas de nuestras bacterias intestinales  “buenas”, pueden transformar uno de los compuestos presentes en la granada, en otro compuesto capaz de beneficiar a gente que padece de enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa u otros padecimientos asociados con la inflamación del tracto digestivo como Síndrome del Colon Irritable o el intestino permeable. [1]

El pérsimo, por su parte, es rico en fibra, vitaminas A y C, y del mineral manganeso. Este mineral es de crucial importancia para el funcionamiento de la enzima superóxido dismutasa, que, para mortales, es una importante defensa antioxidante para la mayoria de las células expuestas al oxigeno (o sea, ¡todas nuestras células!). [2] Esta enzima convierte los dañinos radicales libres en especies menos tóxicas y reactivas. 

La neurtralización de estos dañinos radicales libres por enzimas como ésta son imprescindibles para la salud e integridad de la piel y de todas las mucosas (incluída la intestinal, por supuesto). 

Trivia: ¿sabías que el pérsimo pertenece a la misma familia que el zapote negro? Eso no es todo, el zapote negro también conocido como pérsimo negro.

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