Salmón salvaje glaceado con aminos de coco

Rinde 3-4 porciones

INGREDIENTES

  • 3 cdas aminos de coco o salsa tamari
  • 1cdita aceite de ajonjolí
  • 1cdita miel de maple
  • 3 filetes de salmón grandes(de preferencia salvaje)
  • 1 cda aceite de oliva
  • 1 diente de ajo, machacado
  • 1 cebolla morada chica, rebanada en tiritas delgadas
  • 2 zanahorias cortadas en listones
  • 2 calabacitas cortadas en listones
  • Sal
  • 1 bolsa de hojas de espinaca baby (opcional)

Video de la receta

ELABORACIÓN

  1. Mezcla 2 cdas aminos de coco con el aceite de oliva y la miel de maple. Coloca los filetes de salmón salvaje en un platón de vidrio, con la piel hacia arriba, y vierte sobre ellos la mezcla anterior. Tapa y marina en el refrigerador durante al menos 1 hora o hasta toda la noche.
  2. Precalienta el horno a 200℃ (400℉)
  3. Calienta una sartén de hierro a fuego mediano. Agrega una cdita de aceite de oliva y coloca el salmón (piel hacia arriba) y su marinada sobre la sartén. Cocina durante 4 minutos y voltéalo.
  4. Mete al horno y cocínalo durante 7 minutos o hasta que estés cocinado.
  5. Prende el broiler y dora el pescado durante 1-2 minutos.
  6. Calienta otra sartén a fuego mediano y agrega 1 cda aceite de oliva, el ajo, la cebolla y los listones de zanahoria y calabacita. Sofríe durante 2-3 min o hasta que los vegetales se suavicen. Agraga las hojas de espinaca si decides usarlas y la cucharada de aminos de coco restante.
  7. Divide los vegetales en tres platos, formando una “cama” y sirve el filete de salmón sobre ellos.
  8. Acompaña este platillo con arroz blanco.

¿Cuáles son los beneficios de este plato?

Algunos nutrientes esenciales para la salud, pueden ser difíciles de conseguir aún siguiendo una dieta rica en alimentos con una alta densidad nutritiva (aquellos que contienen cantidades significativas de nutrientes). La vitamina D es uno de ellos.

Esta vitamina puede sintetizarse en la piel a partir del colesterol, mediante la activación de los rayos UVB del, o puede adquirirse en la dieta, en unos cuantos alimentos (pescados de agua fría – macarela, anchoa, salmón, arenque y sardina, trucha, aceites de hígado de pescado, huevos de gallina, hígado de res y champiñones).

La vitamina D es esencial para el mantenimiento y desarrollo de los huesos, pero también está íntimamente ligada al funcionamiento del sistema inmunológico, endócrino y cardiovascular. También se ha encontrado que niveles adecuados de vitamina D ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal y a mantener la integridad de la mucosa intestinal, ayudando así a aquellas personas que padecen de intestino permeable.

Con tantos papeles tan importantes, la deficiencia de esta vitamina puede traer consecuencias poco placentereas.

Se ha encontrado que la deficiencia de vitamina D provoca un aumento en la incidencia de infartos, cáncer, diabetes, asma y numerosas enfermedades autoinmunes.

Nuestra vida sedentaria, dentro de oficinas, frente a la televisión o la computadora, significa que nuestra única fuente real de vitamina D son los alimentos.

Para asegúrate de tener niveles adecuados de vitamina D, es muy importante pasar tiempo al aire libre, expuesto al sol (30 min, tu piel compeltamiente expuesta), y consumir aquellos alimentos ricos en esta poderosa vitamina al menos tres veces por semana. El salmón es una excelete opción.

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