Rinde 4 porciones
INGREDIENTES
- 2 cdas aceite de coco
- 2 echalotes, finamente picados
- 1 diente de ajo machacado
- 400g hongo shiitake, o cualquier otro tipo (o mezcla) de champiñón o seta
- 75g seta enoki
- 1 lata fijol cannellini (15oz/425g) o cualquier tipo de frijol blanco (como las alubias), bien enjuagados y drenados
- 700ml / 2 ¾ taza fondo de huesos o de vegetales
- Sal
- Pimienta fresca molida
- 1 cda semillas de ajonjolí
- Perejil fresco, picado finito
Video de la receta
ELABORACIÓN
- Calienta una olla grande y agrega 1 cda de aceite de coco. Agrega los echalotes y saltea hasta que se suavicen, durante 2-3 minutos.
- Agrega el ajo y los campiñones y cocina por unos minutos. Añade el fondo y cocina a fuego lento durante 15 minutos.
- Agrega ahora los fijoles.
- Transfiere la sopa a una licuadora y licúa hasta que no haya grumos y la consistencia sea homogénea.
- Vierte la sopa en una olla limpia, teniendo cuidado de manterla caliente. Sazona a tu gusto con sal y pimienta.
- Calienta una sartén pequeña y agrega la cda de aceite de coco restante. Agrega los hongos enoki y las semillas de ajonjoí y sofríe durante 1-2 minutos, teniendo cuidado de no romper los hongos.
- Sirve la sopa en platos soperos y decora con la mezcla de hongos enoki y ajonjoí y un par de pizcas de perejil picado.
¿Cuáles son los beneficios de este plato?
Los hongos, como el shiitake y enoki, han sido empleados durante siglo por sus propiedades benéficas sobre el sistema inmonológico.
Los hongos son también una fuente de vitamina D2, y por lo tanto, su consumo es particularmente importante para todos aquellos que siguen una dieta exclusivamente a base de plantas.
Los prebióticos son un tipo de fibra que las bacterias de nuestro intestino (microbiota) disfrutan a su antojo – los seres humanos no tenemos la capacidad de digerir este tipo de fibra, pero algunas cepas de bacterias de nuestro intestino sí pueden.
Estos prebióticos permiten que estas bacterias se multipliquen y prosperen y así nos ayuden a mantener no solo un estado de salud intestinal óptima, sino de buena salud en general. Ya que se ha descubierto que el consumo de fibra prebiótica puede ayudar en condiciones como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, así como a incrementar la densidad de los huesos y mejorar la función cerebral.
Los hongos unos de los prebióticos por excelencia, ya que contienen quitina y hemicelulosa (mananos, glucanos, galactanos y xilanos).
Los frijoles también tienen importantes cantidades de fibra capaz de alimentar a nuestra microbiota, importantísma para fortalecer y modular a nuestro sistema inmunológico.
Por si fuera poco, además de sabor, el fondo de huesos contiene gelatina que nos ayuda a sanar la mucosa intestinal y es además una fuente de aminoácidos esenciales.